lunes, 12 de diciembre de 2011

O.

Quizá fueron todos esos focos los que me prendieron.
O que sólo dormimos juntos en transiciones.
O tu evidente evasión de mis manos y de mis labios en tus labios.
O los poquísimos besos.
O ese frustrante reto que solo desapareció un día.
O los encuentros claustrofóbicos que no acabaron nunca.
O que solo teníamos un escondite en el diez.
Quizá lo bueno fue que no fue bueno.
O no sé.

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