Odiando Boston y Brasil.

He de hablar sola en este post.
¿Qué quiero decir? (o decirte).

A veces necesitamos un poco de empuje para darnos cuenta de las cosas.
¿Qué quieres sentir? ¿Que hay posibilidad alguna, para luego tú mismo decidir que no?

Es cuando tienes todo que decides perderlo. Espantamos lo que queremos. Eso de que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" es para la gente que no tiene chance de recuperar. ¿O sí? Es que si lo recupera entonces no lo volverá a valorar, lo volverá a desperdiciar. Para darse cuenta hay que perder en realidad.

"Una persona inteligente aprende de sus propios errores; un genio aprende de los errores de los demás" no tengo la más mínima idea de quien lo dijo ni la intención de averiguarlo este momento. Tú eres un genio, ves tantas cosas. Eres tú, sólo tú y nadie más. ¿Sabes todo lo que tienes? Lo capaz que eres de hacer tantas cosas. Has decidido no tener nada.

Hay demasiada gente en el mundo para preocuparse por todos y la vida es suficientemente larga para creer que se acaba todo en un día: podemos perder mil veces pero volveremos a salir adelante. Nada es tan malo como parece y el trabajo siempre será más fácil que como lo pinta el manual.

Entonces es cuando me di cuenta que tenía demasiado miedo de mi cama sin ti y no me atreví a dormir en ella todo el fin de semana; pero el domingo volví y nunca había sido tan feliz: no tuve miedo de mí, y aunque no puedo decir que la pasé sonreída, sí estaba feliz. Es porque me tengo a mí misma y eso me da la fuerza de dejarte ir si no quieres estar conmigo. Sé que estaré bien y estar contigo es solo un plus que deseo con toda mi alma, pero no he de morir sin él.

Ahora estoy esperando una respuesta de tu parte - una vez más - y no tengo miedo de cual será. Tengo todo bajo control y eso es lo que me deja tranquila. Igual me has desequilibrado un poquito, ja, no debí contestarte el teléfono hoy, pero pensé que me traías buenas noticias (ok, sólo noticias). Quedamos que tu próxima comunicación sería para eso y espero ahora sí lo cumplas. Yo tengo mis series, eh, no he de morirme, ya te lo dije. Te estoy esperando, no puedo creerlo. No sé porque se me hace tan conocido este sentimiento... nah, sí sé.