"Ella" en mi piel.
Tristán e Isolda en todos lados.
El pulpo en mi muñeca.
"Y mi casa se quemó".
La quinua en las sopas.
Cuervito aunque no quiera.
Coky Mandarina y sus hermanos.
El Siam y su té de jenjibre.
La rueda moscovita de papel.
Seis pares de ridículas medias.
Los Pelotazos que te esperaron.
Mía y Florencia.
Exfoliaciones varias y pinzas.
El método del agua helada que al fin logré.
Desayunos hechos y comprados.
Los bolos y tu swing.
El cuarenta y el telefunken.
Rúcula y brotes de soya.
Veneno y el globo terráqueo.
De lado y de frente.
Y tanto más.
3 comentarios:
Tú te olvidaste de que a veces se necesita tiempo para asimilar las cosas, para superarlas, para perdonarse. Y sucede que cuando se tuvo tiempo (a medias) ya no se tiene oportunidad. Pero esta bien, ya sabes, "las cosas pasan por algo". Éste ya no es mi barrio. Pero está bien. Está bien. Bien. Punto. Bien. Punto.
No puedo ser más comprensiva y también tengo que pensar en mí. No quiero dudas en mi vida. Yo no las tengo, yo no necesité tiempo. Es lo mejor para ti, para nadie más.
A masterpiece revisited.
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