lunes, 27 de septiembre de 2010

Esquizofrenia.

No voy a dejar de seguirte, me decía.
Ya no me lo pidas por favor que no voy a ceder.
Y yo seguía sentada pretendiendo que él no estaba ahí.
A ratos me tomaba el pelo y lo provocaba mostrándole el cuello.
Supongo que me gustaba.
Pero no quería que lo note tan claramente.
Pretendía leer, pero sólo quería escuchar su respiración y saber que seguía ahí.
Yo, al menos, no puedo escuchar nada cuando leo, mi voz es muy fuerte dentro de mi cabeza.
Y volvía a decirme que se quedaría parado ahí el tiempo que sea necesario.
Y yo fingía reírme con mi lectura. Usualmente tengo un libro conmigo.
No me atrevo a mirarlo, pues se dará cuenta que sí lo veo. Así es como me dijeron que tenía que hacer.
Pero me muero de ganas de mirarlo. Es hermoso y lo amo.
Quiero estar contigo siempre, me repetía todo el tiempo.
Y yo quiero estar contigo, pensaba, y me hacía la dormida.
No me quiero dormir, pero en mis ojos se nota que sigo despierta.
Lo confieso. Lo confieso. Te confieso.
Ahora sabes que te veo.
Y tú me ves.

1 comentario:

tintadepulpo dijo...

Me encanta. Lúdico y dark.