domingo, 3 de octubre de 2010

El dinero nunca duerme.

Director: Oliver Stone
Año: 2010
Duración: 133 minutos
Género: Drama
 

Por: Milenko Martinich
 

"Wall Street: El dinero nunca duerme" (WSEDND) es la secuela del gran clásico homónimo de los años ochenta del director norteamericano Oliver Stone; pero a diferencia de su predecesora, WSEDND resulta un ejercicio fílmico endeble y defectuoso, cosa poco común en la filmografía del extraordinario cineasta estadounidense.

Shia LaBeouf interpreta a Jake Moore, un joven comerciante en ascenso que trabaja en la bolsa de valores neoyorquina. Jake está comprometido con Winnie Gekko (Carey Mulligan), la hija del icónico Gordon Gekko, personaje principal de la cinta original, el cual le valió a Michael Douglas la obtención del premio de la Academia a mejor actor protagónico en 1987.


El primer y principal problema de la obra radica en la falta de un motivo definitivo y concluyente que justifique la conducta de Jake. A lo largo de la película, vemos trocar sus motivaciones de manera bastante caprichosa e incluso torpe.


¿Quiere vengar acaso la memoria de su mentor? ¿Desea sinceramente que su novia y su padre se reconcilien, o busca solo hacerse con el dinero de ella? ¿Es un codicioso tiburón de Wall Street o un comerciante idealista y con conciencia ecológica que quiere cambiar el mundo?


La existencia de tantas subtramas afecta marcadamente la historia al trasladar de manera recurrente la atención del espectador de una situación a otra. En su intento por abarcar demasiado, el último largometraje de Stone aprieta muy poco.


Ni siquiera la presencia del legendario Gordon Gekko pudo salvar a WSEDND del naufragio narrativo. La actuación de Douglas se ve desfavorecida por un personaje predecible, soso y olvidable, la antítesis de aquel perverso genio del mundo bursátil que adoramos odiar en la película original.


Esperamos con ansias la reivindicación de Oliver Stone, el gran rebelde e iconoclasta de Hollywood.

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